15.8.07

Nuestro norte es el Sur

El 25 de septiembre del 2003, el Presidente Kirchner da su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pese a las diversas declaraciones que el Pingüino venía realizando, el discurso ante la ONU había generado grandes expectativas ya que muchos pensaban que no se animaría a decir frente a los gobernantes de todo el mundo las mismas cosas que venía expresando puertas para adentro. El Presidente no sólo volvió a embestir contra el FMI, la OMC y la política militarista de los Estados Unidos, sino que manifestó una de las frases que quedará en la historia de la política exterior argentina: "Somos los hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo". De esta manera, el Pingüino no sólo reivindica la lucha por la memoria, la verdad y la justicia sino que se asume como parte de esa generación que luchó por una Argentina mejor, y reafirma el nuevo camino iniciado en materia de relaciones internacionales pasando del cipayismo y las relaciones carnales a la independencia y el latinoamericanismo.

13.8.07

Independencia económica

El 10 de septiembre del 2003, el Presidente Kirchner firma su primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La mano venía muy dura.
En diciembre del 2001, cuando el monto alcanzaba los 145.000 millones de dólares, Adolfo Rodríguez Saá declaró la suspensión del pago de la deuda externa, medida que solamente afectaría a los acreedores privados. Por su parte, los organismos internacionales (FMI, BID y Banco Mundial) cuyos créditos eran solo una porción (u$s 21.600 millones) de la deuda global, no se verían afectados por la medida ya que seguirían percibiendo sus pagos en tiempo y forma.
Durante el Gobierno de Duhalde se tiró la pelota para adelante: en cuanto a los acreedores privados no se resolvió nada y con respecto a los organismos internacionales se firmó un acuerdo provisorio hasta agosto del 2003, momento en que se tendría que llegar a un acuerdo de fondo y a mediano plazo. Mientras tanto, el FMI monitorearía nuestro País al mejor estilo Gran Hermano.
Llegado el Gobierno de Kirchner las relaciones empezarón a cambiar. Discursivamente, el Pingüino le venía pegando al Fondo en cuanto micrófono se le cruzara, haciéndolo co-responsable de la crisis sufrida por el País.
Llegó el momento de sentarte a negociar y el Presidente se involucró personalmente. Faltaba poco para que venciera el plazo firmado por el Cabezón pero el nuevo acuerdo no llegaba. El Fondo, que empezaba a mostrar cuales eran los reales intereses que defendía, exigía aumento de tarifas, ajustes, desembolso de reservas y compensación a los bancos. El plazo venció el 9 de septiembre. Al día siguiente, mientras algunos pronosticaban que se venía el Apocalypsis, el Gobierno y el Fondo Monetario llegaron a un acuerdo, pero esta vez quienes claudicaban fueron ellos. Se refinanció el capital para agosto del 2006, sin ninguna de las exigencias que el Fondo pretendía.
El pueblo argentino volvía a ponerse de pié, recuperaba la dignidad y el autoestima.
De todo esto, lo más importante es que se mandó al Fondo al freezer y el Gobierno ganó movilidad para negociar en forma directa con los acreedores privados la gran torta de la deuda externa (u$s 120.000 millones). El Pingüino, pese a las presiones de los poderos más poderos del mundo, les impuso a los acreedores una quita histórica de 60.000 millones de dólares, suma record en todo el mundo.
En cuanto al Fondo, a finales del 2005 se le pagaron los 10.000 millones de dólares que se le debía y para los argentinos, hoy, FMI es sinónimo de pasado. Pero eso, es historia de una próxima entrada...

10.8.07

Cortaban rutas pero abrieron camino

El 13 de agosto del 2003, el Presidente Kirchner se reune con gran parte del movimiento piquetero. El motivo de la reunión era la firma de varios convenios enmarcados en el Programa Manos a la Obra. El fundamento político: buscar apoyo popular y poder de movilización para su proyecto.
El movimiento piquetero venía de ser uno de los sectores más dinámicos del campo popular, conformado por los más humildes fue protagonista de protestas históricas y víctima de represiónes salvajes.
Habiendo llegado al poder con tan solo el 22% de los votos y con el paraguas del aparato duhaldista, el Pingüino sale a buscar el apoyo de diferentes sectores de la sociedad y entre ellos el del movimiento piquetero. Hay quienes dicen, que también con la idea de construir un nuevo movimiento nacional y popular que acabe finalmente con las viejas estructuras partidarias.
Luego de aquella reunión, algunas agrupaciones piqueteras siguieron por bastante tiempo en las calles, generando una fuerte reacción por parte de la derecha que reclamaba represión, represión y más represión. El Pingüino nunca reprimió y debido a la reactivación del mercado laboral aquellas agrupaciones se fueron diluyendo. Por su parte, otros sectores se fueron plegando gradualmente al proyecto presidencial y una agrupación, que por aquel entonces era pequeña y desconocida, terminaría siendo la más importante de todas.

8.8.07

Un día histórico

El 12 de agosto del 2003, la Cámara de Diputados da media sanción a la ley 25.779 que declara insanablemente nulas las leyes de obediencia debido y punto final. A los pocos días, el Senado haría lo propio, dando cierre a una etapa de impunidad y silencio que tanta bronca y dolor causaría en miles de argentinos.
Enseguida empezaron las primeras repercusiones: el mundo jurídico-liberal empezó a discutir el efecto de la declaración, jueces de todo el país empezaron ordenaron la reapertura de las causas y la derecha reaccionaria empezaba a tirar manotazos de ahogado.
Actualmente, algunas causas están siendo elevadas a juicio oral y ya se consiguieron las primeras sentencias condenatorias. No es fácil, muchos se resisten a que haya justicia y siguen golpeando, pero el pueblo argentino ya esta decidido a no volver al pasado.

6.8.07

Time is on muy side

El 11 de agosto del 2003, el Presidente Kirchner firma dos importante decretos. Por un lado, hace efectiva la adhesión de la República Argentina a la Convención sobre imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, demorada desde el año 1995. Por el otro, le manda al Congreso el proyecto de ley que le otorga jerarquía constitucional a dicha Convención.
Esta decisión, que a primera vista pareció ser una mera declaración política, tendría importantes efectos en el futuro. La cuestión es la siguiente. Resulta, que faltaban pocas horas para que se anularan las "leyes de impunidad" y el Pingüino, previendo que una vez reabiertas las causas uno de los argumentos defensivos de los milicos sería la prescripción de los delitos cometidos, resuelve adherir a la Convención y pedirle al Congreso que le otorgue el mismo nivel de jerarquía que la Constitución Nacional. De esta manera, queda claro que en la Argentina los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y que el secuestro, tortura y muerte de tantos compañeros serán juzgados sin importar cuanto tiempo pase.
La lucha por memoria, verdad y justicia vuelve a reicibir un guiño por parte del Presidente.

4.8.07

Para que se vayan preparando

El 25 de julio del 2003, el Presidente Kirchner tomó una de las medidas mas audaces de sus primeros meses de gobierno. Metiéndole un volantazo a la historia, anula el decreto de Fernando De la Rúa que disponía rechazar "in límine" todos los pedidos de extradición contra los represores de la última dictadura militar.
El día anterior, la Justicia argentina había recibido un pedido de extradición de 46 militares por parte del Juez español Baltasar Garzón. El Pingüino, iniciando una de sus principales políticas de Estado, abre el camino para que se ordenen las detenciones y se analicen judicialmente las extradiciones solicitadas.
La medida llena de esperanza a los que lucharon durante décadas reclamando verdad y justicia pero deja el sabor agridulce por no lograr enjuiciar a los milicos dentro en la Argentina.
Finalmente, ninguna extradición se llevó a cabo porque debido a que se anularon las leyes de obediencia debido y punto final los militares comenzaron a ser enjuiciados en nuestro País. Pero eso, es historia de una próxima entrada...

3.8.07

Islas Malvinas

El 14 de julio del 2003, el Presidente Kirchner, en el marco de su primer viaje oficial al viejo continente, se reune con el Primer Ministro ingles Tony Blair. Pese a que una fue reunión de 25 minutos, el Pingüino aprovecho para mandarle un mensajito al "señorito ingles" y dejarle bien en claro cuál sería la política exterior del nuevo Gobierno. Como quien no quiere la cosa, mientras le hablaba sobre sus paseos con Cristina por Río Gallegos le tiró la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas y le manifestó que era "un tema ineludible de tratar". En realidad, tan ineludible no era porque desde que había terminado la guerra, ningún Presidente argentino había mencionado la cuestión frente a algún Primer Ministro ingles.
De esta manera comienza una nueva etapa por la recuperación de las Islas Marlvinas, tema central de la política exterior del Gobierno kirchnerista.

2.8.07

Los primeros aumentos

El 11 de julio del 2003, a menos de un mes de asumir, el Gobierno otorga un aumento del 10 % en las jubilaciones y del 50% en el salario mínimo vital y móvil, e incorpora a los básicos de convenio la suma no remunerativa de 200 pesos. También se decidió anticipar en tres meses el pago del incentivo docente correspondiente al año 2002.
La medida sorprende a todo el mundo y muestra un cambio de rumbo frente a las política de ajustes y recortes salariales.
Este tipo de medidas, que en principio parecían aisladas y con el único de fin de mejorar las condiciones de vida de sus beneficiaros, comenzaban a indicar cuál sería uno de los principales motores de la economía en la nueva etapa: el consumo interno.
Actualmente, el salario mínimo, que en aquel entonces rondaba los 200 pesos y estaba congelado desde el año 1993, alcanza la suma de 980 pesos. Por su parte, la jubilación mínima pasó de 200 pesos a 560.
Asimismo, en los último tiempos estas políticas salariales fueron acompañadas por varios incrementos de las asignaciones familiares y por una fuerte disminución de la carga impositiva sobre los sueldos de las trabajadores, lo cual se traduce en un aumento de su poder de compra.

1.8.07

Ropa sucia afuera

El 8 de julio del 2003, el Presidente Kirchner firmó el decreto 384/03 por el cual dispuso la intervención del Pami, obra social de los jubilados que fuera una de las mayores cajas de recaudación de los años anteriores.
Un par de semanas antes el Congreso había autorizado la intervención del organismo que por aquel entonces se encontraban conducido por los peores sectores del sindicalismo.
El Pingüino se mete de lleno en la pelea. La intención no solo era limpiar al Pami de los representantes de Daer y Barrionuevo sino también introducir modificaciones en la cúpula en la CGT.
Finalmente, designa en primer término como interventor a Gonzáles Gaviola y luego deja el organismo en manos de Graciela "hormiguita" Ocaña.
Este fue un de los principales frentes de lucha que abrió el Presidente en sus primeros meses de gobierno.
El día anterior, en la tradicional cena con las Fuerzas Armadas, el Presidente diría ante un silencioso público castrense: "El reencuentro no debe venir del silencio y la complicidad". Y reclamaría que "cada uno se haga cargo de lo que hizo".

31.7.07

"Cuidado, un garantista a la Corte"

El 1 de julio del 2003, luego de que Julio Nazareno renunciara al cargo de juez de la Corte Supremo con el fin de evitar ser sometido a un proceso de juicio político, el Presidente Kirchner elige como candidato para reemplazarlo al Dr. Eugenio Zaffaroni, uno de los penalistas mas reconocidos y copados del País. El tema es que Zaffa despierta el rechazo de los sectores mas retrógrados de la sociedad y el mundo jurídico en especial.
Durante el proceso de selección, recibo un total de 40 impugnaciones y cantidad de agravios en los medios de comunicaciones.
Acostumbrados a tiempos pasados, quienes operaron contra la designación del reconocido jurista se olvidaron que desde mayo teníamos un Presidente que no estaba dispuesto a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada.
Finalmente, Zaffaroni logró el acuerdo del Senado y aún continua desempeñando funciones como juez de la Corte Suprema. Este sería el primero pero no el último de los cambios impulsados por el Pingüno en el máximo tribunal.